martes, 16 de febrero de 2010

Wade se consagra y Pau se luce en el mejor All Star de los últimos años


108.713 espectadores (récord histórico de asistencia a un partido de baloncesto), en un marco inmejorable, vivieron la consagración de Dwyane Wade, que sumó un galardón personal que no tenía en el mejor Partido de las Estrellas de los últimos años dentro de la pista y en la inmensa grada. Pau Gasol hizo un partido serio y ayudó al Oeste con 13 puntos y 4 rebotes en 20 minutos.

En un escenario tan descomunal, en el que la NBA enseñó al mundo su poder de convocatoria y, sobre todo, de dar una vuelta más a la palabra 'espectáculo', tanta estrella no podía desmerecer el entorno de una masa de gente nunca vista en un espectáculo deportivo a cubierto. No defraudaron: Este y Oeste dieron a la gente un partido intenso, duro y tan entretenido como competido.

Aunque el Este siempre pareció ir a una velocidad más, con el tridente Wade-LeBron-Bosh aportando intensidad, la seriedad del Oeste, sobre todo en defensa, siempre mantuvo equilibrado el partido. Entrado el tercer cuarto, el Este se iba: 74-90, con Wade (MVP del Partido) y LeBron surcando los cielos en cada ataque.

Pero la veteranía del Oeste y el orgullo de algunos de sus jugadores (la seriedad de Pau Gasol, Steve Nash, Deron Williams y, sobre todo, Chauncey Billups) reequilibró el encuentro hasta llevarlo a un final de emoción. A nadie le tembló la mano desde el tiro libre (ni a Wade, ni a Nowitzki ni a Bosh) y la última opción quedó para Carmelo Anthony, que se lanzó un triple horrible para ganar y sepultó la victoria de su equipo y sus posibilidades de ser MVP, que numéricamente las tenía

Pau, serio y competitivo

En su primera acción, Pau Gasol no dio facilidades a LeBron James: cuando el de Akron se dirigía como un tren volante hacia el aro rival, Pau se puso en medio y le golpeó. "En mi casa no", pareció decir. era la tarjeta de presentación de lo que sería su lucido papel en el partido. Luego, limitado por sus 20 minutos, el de Sant Boi jugó un partido serio y competitivo, para terminar con 13 puntos (5/9 en tiros de campo) y seis rebotes en su tercer All Star, como mostraban las tres estrellas de la chaqueta de su chándal.

El mejor sobre la pista fue, de lejos, Dwyane Wade. Serio, efectivo y muy entonado en tareas defensivas y ofensivas, terminó con una de las tarjetas más completas de la historia de estos encuentros: 28 puntos, 11 asistencias, seis rebotes y cinco robos, fiel reflejo de lo que hizo en el encuentro. Sus sensacionales porcentajes (12/16 en tiros de campo) y la preceptiva victoria de su conferencia acabaron con el debate sobre quién debía ser MVP.

Por la batalla que presentaron los dos bandos, por el ambiente de alucine que vivió todo el que estuvo en la cancha cuando miraba hacia arriba y por el espectáculo mostrado por ambos equipos, el de 2010 es uno de los grandes Partidos de las Estrellas de siempre. Los 24 mejores jugadores (o casi) de la NBA cosieron las heridas de los concursos y dejaron un sabor dulcísimo al tercer All Star de Pau Gasol.

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