domingo, 14 de febrero de 2010

Se espera una lucha bien cerrada


Por ocho días y ocho noches entre octubre y noviembre, el este se apoderó del gran escenario, con los Yankees de Nueva York destronando a los entonces campeones Filis de Filadelfia en una emocionante Serie Mundial.

Aun así, por los 180 días previos de abril a septiembre, sin causar mucho revuelo o ser muy reconocido, el mejor béisbol en las Grandes Ligas se jugó en el oeste. Los números así lo demuestran.

Usted lo puede ver por sí mismo.

El oeste de la Liga Americana terminó la temporada pasada 40 juegos por encima de los .500, reclamando su trono como la división más dominante de arriba a abajo. El oeste de la Liga Nacional finalizó 30 juegos por encima de los .500.

A lo largo de los seis meses y 162 encuentros de la temporada regular, los nueve clubes que integran esas dos divisiones se combinaron para ser 70 juegos mejor que las otras cuatro divisiones.

La única división que finalizó por encima de los .500 como tal fue el Este de la Liga Americana. Encabezada por los Bombarderos del Bronx y Boston, el Este de la Liga Americana finalizó la campaña con 32 juegos arriba- dos juegos mejor que el Oeste de la Liga Nacional.

Alguien tiene que pagar los platos rotos. El este de la Liga Nacional quedó 20 juegos por debajo de los .500, y la Central fue colectivamente un desastre. La División Central de la Liga Nacional finalizó 34 juegos por debajo de los .500, mientras que la Central de la Liga Americana quedo 48 juegos por debajo de la línea media.

"La única forma de juzgar la verdadera fortaleza de una división es ver cómo les va fuera de su propia división", dijo el manager de los Angelinos Mike Scioscia. "En los 10 años que he estado aquí, nuestra división ha sido la más competitiva del béisbol de arriba abajo".

Scioscia no espera que eso cambie para este 2010.

Los tres veces campeones del oeste de la Liga Americana de forma consecutiva, los Angelinos, saben que enfrentan duros retos por parte de todos sus tres rivales de división mientras intentarán hilar su cuarto banderín sin contar con peloteros clave como el dominicano Vladimir Guerrero asi Kelvim Escobar, John Lackey, Chone Figgins, Darren Oliver y Gary Matthews Jr.

Reemplazando a los que se fueron estarán el japonés Hideki Matsui, el boricua Joel Piñeiro, el dominicano Fernando Rodney y Brian Stokes, junto a ellos también están Brandon Wood, el venezolano Maicer Izturis y Reggie Willits.

Tratando de contender seriamente este año están Texas, Seattle y Oakland, quienes importaron a abridores de primera línea capaces de dominar a cualquier equipo en Rich Harden, Cliff Lee y Ben Sheets, respectivamente.

Los Marineros ganaron 85 juegos el año pasado y para el 2010 han mejorado considerablemente su roster. Y en cuanto a sus enemigos más cercanos los Angelinos, ellos perdieron a Figgins, ya no tienen a John Lackey, y el dominicano Vladimir Guerrero partió hacia Texas, aunque si adquirieron al toletero japonés Hideki Matsui. Texas finalizó por encima de Seattle el año pasado, pero los Marineros ahora poseen un poderoso 1-2 en la rotación con Hernández y Lee y un mejor lineup con Figgins y Bradley, agregando más velocidad y promedio en-base.

EL BANDERÍN ESTÁ PARA CUALQUIERA


Parece que el título de la División Oeste de la Liga Nacional estará al alcance de todos en el 2010, pero eso no es nada nuevo.

Esta es una división en la cual sus cinco miembros han jugado en la postemporada en los últimos siete años. En los últimos 10, cada uno ha clasificado para los playoffs al menos dos veces.

Ninguna otra división puede presumir de semejantes antecedentes, aunque también hay que recalcar que el último equipo del Oeste de la L.N. que gana una Serie Mundial fueron los Diamondbacks en 2001. Pero cuando se trata de que todos los equipos tengan la oportunidad de llegar a los playoffs, esta es la mejor división y esa oportunidad sigue vigente este año.

Aunque los equipos de esta división no han hecho los movimientos de más peso este invierno, la paridad del Oeste de la L.N. se ha extendido hasta el receso de temporada. Cada uno de los conjuntos que espera competir ha hecho ajustes para estar en la pelea hasta el final.

Tomemos a los Diamondbacks como ejemplo. El conjunto bien podría pasar de terminar en el último lugar en la división al primer lugar ya que adquirieron dos abridores jóvenes y talentosos, Edwin Jackson e Ian Kennedy. Ellos trabajarán junto a Dan Haren, quien ha sido seleccionado para el Juego de Estrellas en tres ocasiones.


La mejor adquisición que los D-backs podían desear se les dio ya que retuvieron al as Brandon Webb quien se perdió toda la temporada del 2009 por una lesión en el hombro. En cuanto a los jugadores de posición cuentan con muchos jóvenes talentosos como Chris Young, Justin Upton y Stephen Drew.

"Creo que somos mejores ahora", dijo recientemente el gerente general de Arizona, Josh Byrnes. "No vamos a predecir quién ganará la división ni vamos a declararnos los favoritos. Vamos a tratar de mejorar e ir a los entrenamientos sabiendo que tenemos una oportunidad. Creo que sí la tenemos".

Lo que es obvio para Byrnes es el que Oeste de la L.N. sigue siendo una división divertida.

"Es una división emocionante y competitiva", dijo Byrnes. "Hay muchos juegos de pocas carreras. Hay jugadores jóvenes muy buenos. Creo que es un béisbol emocionante".

Los Dodgers de Los Angeles, los campeones de la división en los últimos dos años, no han hecho mucho en este invierno para tener una gran ventaja sobre sus rivales.


Es comprensible que se hayan enfocado en renovar los contratos de cuatro de sus jugadores principales que eran elegibles para la agencia libre. Los azules lograron acuerdos multianuales con Matt Kemp, Andre Ethier y Jonathan Broxton y firmaron a Russell Martin, quien tuvo una campaña difícil en el 2009, a un contrato de un año. También volvieron a firmar a dos veteranos - el dominicano Ronnie Belliard y a Brad Ausmus.

Los Rockies de Colorado han reforzado sus planteles con veteranos con la idea de dar el próximo paso tras un increíble desenlace en el 2009. Con jugadores jóvenes como Troy Tulowitzki, el venezolano Carlos González y Ubaldo Jiménez encontrando la forma, es comprensible.

Los Gigantes, quienes terminaron en el tercer lugar en el 2009, esperan haber reforzado su orden ofensivo con Aubrey Huff. Pero están en posición de llegar más lejos este año, ya que el venezolano Pablo Sandoval regresará más esbelto para ayudar a la ofensiva.

Mientras que los Padres podrían tratar de mejorar su foja de 75-87 del año pasado, su primer pase a la postemporada desde el 2010 sería la historia más sensacional en el béisbol ya que es algo que pocos esperan.

Aún sin ese giro inesperado, lo que sí está claro es que la división está más reñida ahora que cuando comenzó la temporada baja. La paridad del Oeste de la L.N. es algo que se ha desarrollado con el paso de los años. Crea una atmósfera de esperanza para los cinco equipos año tras año.

El receptor boricua Bengie Molina, quien sin duda está decepcionado por la falta de interés en el mercado de agentes libres, regresó a San Francisco motivado a ayudar llevar a los Gigantes al siguiente nivel.

"En estos momentos no debemos estar pensando en terminar por encima de .500", dijo Molina de los Gigantes, quienes terminaron en el quinto lugar en la Liga Nacional el año pasado con marca de 88-74. "En estos momentos, debemos pensar en llegar a la postemporada y ganar".

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